En 2025, los trabajadores autónomos en España pueden acogerse a diversas medidas fiscales destinadas a fomentar la inversión y el emprendimiento. A continuación, se detallan las principales:
- Deducción por Inversión en Empresas de Nueva o Reciente Creación
Los autónomos pueden deducirse el 30% de las cantidades invertidas en la suscripción de acciones o participaciones en empresas de nueva o reciente creación. La base máxima de deducción es de 60.000 euros anuales. Para aplicar esta deducción, es necesario cumplir ciertos requisitos, como mantener la inversión durante un periodo determinado y que la entidad cumpla con ciertas condiciones.
- Deducción por Inversión en Elementos Nuevos del Inmovilizado Material
Los autónomos que realicen inversiones en elementos nuevos del inmovilizado material afectos a su actividad económica pueden aplicar una deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta medida busca incentivar la inversión en activos productivos.
- Régimen de Estimación Directa Simplificada
Este régimen permite a los autónomos calcular el rendimiento neto de su actividad económica de forma simplificada. Se aplican ciertas reducciones y se permite la deducción de un porcentaje fijo en concepto de gastos de difícil justificación.